- TU DORMITORIO: Siempre se ha dicho que el color verde es el color más
adecuado para dormir bien porque favorece la tranquilidad y transmite
bienestar. Sin embargo, es posible que sea mejor elegir otro color de la gama
fría, el azul.
- EL DORMITORIO DE
LOS NIÑOS: Junto al azul o el verde, las tonalidades más suaves de rosa pueden ser una buena elección, porque dicho color
relaja. De hecho, las celdas de algunas cárceles están pintadas de rosa para
tratar de mantener a los presos tranquilos. Por el contrario, el color que
siempre deberás evitar en la habitación de tus hijos es el amarillo, porque
provoca ansiedad y, según se ha demostrado, hace llorar a los niños.
- LA COCINA: Para uno de los espacios que primero visitas al
levantarte, en busca de un desayuno que te dé energía, deberías escoger un
color igualmente vigorizante. El amarillo, en
este caso, resulta perfecto porque pone en funcionamiento el metabolismo e
impulsa tu energía, además de dar luz a un
espacio que generalmente suele ser más pequeño de lo que te gustaría.
- EL COMEDOR: Para decorar el entorno en el que vas a comer resulta
especialmente interesante aliarse con la psicología del color, porque cada tono
tiene un influjo directo sobre el apetito. Si quieres comer con ganas, opta por el rojo porque abrirá tu estómago.
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